martes, 2 de agosto de 2011

Abuelas

Cada cierto tiempo, uno va a ver a su anciana abuela, que se ha convertido en bisabuela ya. Quizá, como es mi caso en la visita de hoy, se trata de una mujer muy anciana, que ya no se vale por sí misma y ha visto, con el paso de los años a todo su entorno generacional morir. Ello le da pesadumbre de seguir, ella, sola, en este mundo, y espera su momento entre pequeñas alegrías. El día ha sido soleado, una leve brisa en la sombra en la que nos ocultábamos para tomar una infusión ha hecho el rato muy grato. Tras la visita, de vuelta, me planteo que yo también me voy haciendo más mayor y que un día, antes o después, que nunca se sabe, acabará mi camino por esta vida.

1 comentario:

  1. nos damos cuenta de lo rápido que pasa el tiempo viendo la vida de los demás, en este caso la de una anciana, pero cuando se trata de la nuestra nos cuesta mucho más.

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