jueves, 26 de diciembre de 2013

Camino

Están a punto de estrenar en las salas de cine españolas la última película de los hermanos Cohen. En ella, un artista, en concreto un músico, atraviesa el difícil camino que le lleva hacia la, esperemos, publicación de su música, a vivir de su sueño, a vivir de su talento. Unas veces se nos tuerce el sueño porque el camino necesitó un giro inesperado. Siempre puede volver a aparecer esa oportunidad, la vida está llena de sorpresas. En otras ocasiones hemos perseverado sin demasiado norte y, hete aquí, un día encontramos quien nos dé claridad y el rumbo que nos faltaba. Otras veces, simplemente descubrimos que nos habíamos equivocado de camino, pero habíamos buscado uno. Muchas veces nos conformamos con el camino que nos impone la deriva y, otras, simplemente no hay camino. Feliz Navidad.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Hombro

El hombro. Una mujer es atractiva por su peinado, por su mirada, por su gesto. Hay, no hace falta irse muy lejos para verlo, una tendencia en la mujer de hoy de dejar al descubierto un hombro, jugar con el jersey que lo rodea, permitiendo fantasear con el sujetador del cual vemos el nacimiento del tirante. Ella puede utilizarlo para atraer al hombre, descubrir nuestra mirada, jugar al rechazo, poner más leña al fuego. Podemos caminar tras ella y verla bajar unas escaleras con su particular estilo, y observar ese hombro desde la espalda, cuando sus gestos serán vulnerables a la ignorancia de nuestra mirada salvo que, mujer ella, mire en el reflejo del cristal que hay a su, pongamos, izquierda al bajar unas escaleras que serán rojizas. Luego se cubrirá con un abrigo, volverá a la plática del rostro con rostro y melena al viento, y escucharemos y mantendremos la guardia alta ante el femenino desafío, y luego, cuando nos hayamos despedido de ella, recordaremos que, a pesar de su sugerencia, tan solo hemos visto ese hombro vagamente.

jueves, 12 de diciembre de 2013

De la belleza y el espectáculo

Se lucen por ahí curvas y abdominales. Que el ejercicio es sano lo sabemos todos, pero el culto a determinados cánones de belleza es una forma de esclavitud como aquella de que se liberaba Ulises en la Odisea al superar el obstáculo de las sirenas. Y es que, la presentadora o el presentador del telediario, con la cadencia de su voz, su atuendo y el filtro de su figura en el proceso de selección, así como la figura encargada del tiempo, los iconos del cine en su mayoría, los y las modelos por quienes tanto suspiran muchos sin haber caído en la realidad de compartir con ellos unas horas o unos días de sus, quizá anodinas o estupendas vidas, son un escaparate para el entretenimiento en el espectáculo global en que se pretende convertir a la vida para adiestrar el pensamiento, invitar a una felicidad ficticia y obligarnos a recordar muy vagamente cuál es nuestra propi belleza. Ésta puede estar en la mirada de nuestro amor que ve a través de nuestra obesidad, en la de quien sabe superar los prometidos tesoros ahora aparentemente conquistados en la belleza despampanante acorde con los tiempos de su pareja para ver a la persona en sí... En fin, que, tras el espectáculo ancestral del entretenimiento del personal, está el personal propiamente dicho.

jueves, 5 de diciembre de 2013

Nuevas puertas

Una vida superflua muchas veces supone no haberse enfrentado a las zonas grises de la vida con la suficiente firmeza. Es frecuente la actitud huidiza ante la desgracia del prójimo antes tan agasajado, es frecuente la necesidad de compañía para evitar, por un lado, enfrentarse a la dura soledad que puede suponer renunciar a aquello que no nos hace felices; evitar, también, simplemente, el peligro de no gozar del enriquecimiento que supone la vida social.

Sin embargo, hay veces en que hay que decir me planto, desentenderse de la pareja o del amigo y meterse en la cocina a hacer un guiso mientras se escucha la radio, pasear mientras tratamos de aliviar nuestra ansiedad, empezando un camino que nos devuelve la libertad de ser nosotros mismos y, con un poco de fuerza y perseverancia, nos permite cobrar una fe renovada en la propia persona. Tarde o temprano, se abren nuevas puertas con un plus de experiencia, con el objetivo más perfilado y la percepción más fina. Entonces, habremos dado un paso adelante para saber quién es el amigo y por qué apreciamos su virtud, o nos descubriremos felices por haber descubierto de nuevo el amor en una persona que nos aporta más de lo que hubiéramos esperado.