viernes, 28 de diciembre de 2012

Relax

Esta semana ha sido un respiro: no he tocado un libro, apenas he leído el periódico. Casi no he escrito. De esta manera, se acerca el día de volver a conectar y se me acumulan las lecturas, la escritura... pero hacía falta este relax.
Hoy escribiré pocas líneas, dándome unas pequeñas vacaciones navideñas yo también. Buena comida, menos peso acumulado del esperado, ligeras molestias en los dientes tras demasiado turrón... aunque si de turrón se trata nunca hay demasiado. Pasad un feliz año nuevo; yo, con vuestro permiso, vuelvo a mi relax.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Palabras

La literatura nos presenta tópicos que recibimos con un risueño descreimiento: que si te permite vivir otras vidas, viajar a otros mundos... que si puede llegar a ser un gran entretenimiento o ejercicio intelectual. Con el paso de las lecturas y los años, uno va sorpendiéndose de que lo que parecían ingenuas fantasías de gente demasiado empapada de libros se se le antoja verdad. No sé si por tener un conocimiento más asentado de la vida y la literatura o, precisamente, por haberse contaminado con tanto libro hasta llegar al punto de vista de aquel lejano ingenuo.

El caso es que siento que conozco un poco Londres gracias a Virginia Woolf o Wilde, que soñé tempranamente con París sin darme cuenta de que ya caía presa del hechizo. Uno se da cuenta de que no se pueden escribir historias frías: hace falta sentimiento, conmover. Y para eso es necesaria la vida. Por mucha técnica que tenga un texto, se nos asfixia sin ello. La gente quiere que la emocionen. Haciendo un paralelismo, ¿quién no se ha sobrecogido en el cine? ¿o no ha llorado?

Por aquí, lo que nos sigue haciendo llorar es un país que se hunde. Mires hacia donde mires. Lo veas en la economía o en el ánimo de la gente. Quien no aguanta que le exploten tanto en la empresa o quien, presa de la tristeza, cae en la soledad. Necesitamos valentía, creer en los sueños, dar y recibir cariño. Una forma de rodear el cuerpo del prójimo dándole calor es dedicarle palabras: la conversación directa ¡Qué terapéutica es una buena charla! O prestarle un libro con que pueda recogerse bajo una manta en casa y pasar un par de horas guiado por el sueño en que nos sumerge su prosa.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Llegan las navidades

Llegan las navidades. La época de las luces tradicionales que anuncia felicidad, sorpresas, compañía y cariño nos viene a muchos acompañada de aquél que está deprimido, ese otro del que nos sorprende que tant tiempo después su trabajo pase a pender de un hilo. Cierto que son fechas de reuniones familiares y cariño, pero el que vive con cierta soledad siente un vacío aún mayor al no sentirse partícipe de esa felicidad común. Los regalos serán más modestos, la mirada segura de un padre hacia su hijo se puede trocar por la de aquel que siente pánico ante su futuro y el de los suyos.

Y, queramos o no, son las navidades y con ellas llegan las fiestas, el desparrame del fin de año, los días de esquí o el sencillo descanso. Por recomendar una lectura para estas fechas, yo me remonto a un texto muy breve leído hace quince años, Los Muertos, que inspiró la película Dublineses, testamento de John Huston. Quizá haya repetido la sugerencia algún otro año. No sé. Su autor inspira respeto: fue un innovador y produjo textos de lectura muy difícil, pero no es el caso de este texto, que se deja leer sin dificultad. El autor es James Joyce. Y ahí os dejo, preparando la comida de navidad para, lista, dejarla congelada. Trabajo hecho. Ahí os dejo, encontrando quizás un rato para ver al amigo y desearle feliz viaje, o preparados para recibir al familiar que coge la carretera para pasar unos días haciendo piña. Quizá preparando un libro diferente al que yo he sugerido, o a lo mejor otras películas, para pasar las fiestas de forma un poco llevadera, quizá simplemente querramos unas fiestas tranquilas. Sed todo lo felices que podáis; yo, por si acaso, entro al tema en estos días de reuniones que se despiden hasta después de las fiestas.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Curiosidades

Me sonaba el nombre de Óscar Niemeyer, nada más. Viendo, a propósito de su fallecimento, las imágenes de las obras de este arquitecto, me han asombrado. Sobre todo por lo futuristas que suenan unas edificaciones que deben llevar bastante tiempo construidas. Da la impresión de una absoluta novedad. Siguiendo con la información, vi que estaba ilusionado porque iba a cumplir en breve 105 años. Se nos presenta así, como si su muerte fuera repentina, cuando ya llevaba un añito entrando y saliendo del hospital. Este hombre resulto ser otro Santiago Carrillo, ya que solo dejó el cigarrillo muy al final. Uno ve las imágenes más recientes de este hombre en público y ve que apenas podía moverse. Sin embargo, al César lo que es del César.

Siguiendo con las noticias, me sorprendió mucho un artículo a propósito del centenario del descubrimiento del busto de Nefertiti. Se hablaba del ojo que conserva como de una mirada hacia la eternidad, y me hace imaginar lo bien que debían vivir por entonces los poderosos. Según su cultura, los faraones tenían mucho más presente que nosotros la idea de la divinidad, e incluso la considerarían próxima a ellos. El ego de esta gente debía ser tremendo. Se llevaron la escultura de mala manera los alemanes a Berlín, y Egipto la reclama. Sin embargo, con lo movidito que tenemos El Cairo, mejor que pase una temporadita más en Berlín.

Por lo que a quien escribe ésto respecta, llevo un par de días viendo las estrellas con una simple llaga en la lengua. Hoy ya he podido disfrutar algo mientras comía. Ayer, con estas molestias y cambiando mis costumbres, vi una película del Hollywood reciente en la tele dejando la lectura para otro día y sin escuchar la peli porque aquí el sujeto le ha cogido el gustillo a ver las imágenes mientras escucha música. Pese a que la película era mala, uno podía ver fácilmente, quizá por ello, el armazón de una historia, típica y tópica, sin gracia, y le recordaba cómo es una determinada forma de contar historias. Los actores, en los absurdos roles que les había tocado interpretar, mostraban oficio para encajar la figura el loco, el capitán déspota, la dama del barco... Y es que dicen que hasta al más puro artista le conviene de vez en cuando ver alguna cosa insulsa. Yo sigo con mi llaga, feliz puente a quien lo tenga.

viernes, 30 de noviembre de 2012

Del Cervantes, el inédito y la fuerza del sol

Veo la portada del periódico y descubro que le han dado el premio Cervantes a Caballero Bonald. Le vi en una entrevista y se me hizo un tipo culto, muy culto, sí; que había estado en los saraos de su época, pero trasnochado. Además, aunque ello no tiene una relación directa con la calidad de su escritura, me dio la sensación de que era relativamente fácil encontrar a alguien más simpático. Parece que su último poemario, un solo y largo poema de 3000 versos de hecho, ha alcanzado elogios de la crítica. Yo creo que, siendo el Cervantes reconocimiento a la obra de toda una vida, tiene cierta coherencia otorgárselo a este hombre de 86 años. Pero, es inevitable, uno se pregunta si no tiene algo de absurdo esperar a que un individuo alcance una edad tan avanzada para darle un reconocimiento a su obra. Con todos los respetos hacia el autor, un poco más y no llegan.

Lo dicho, en referencia a autores sagrados y consagrados. Por lo que respecta a este humilde aprendiz, me confieso feliz por haber alcanzado un simbólico número de páginas escritas en una novela que me ocupa desde octubre del año pasado. Si antes la lectura me proporcionaba mucho placer y la escritura más bien sufrimiento, ahora disfruto con mi creación, voy adquiriendo herramientas muy útiles gracias al debate y el consejo experto y me creo ilusiones. Soñar es gratis.

Miro por la ventana y la luz lo invade todo. El frío no me afecta tanto como un día gris o la noche demasiado tempranera. A mediodía, con frecuencia me calzo las zapatillas y salgo a correr. Es el momento del sol, de las calles con contados personajes, quizá aquella hablando con el otro mientras sus perros juegan en el parque, o uno sentado en un banco mientras se come su bocadillo. Hoy hace sol, pero será cuando se haya ido el momento que espero desde la mañana con expectación e ilusión. Quizá sea que hay maneras de darle luz a la noche.

viernes, 23 de noviembre de 2012

A vueltas con la novela

Se abre la veda: llega el fin de semana. Hay quien aprovecha para hacer deporte: yo me apunto al paseo y la literatura. Por cierto, en el curso para novelistas, al que asisto encantado, me sugirieron que leyera El Retrato de una Dama, de Henry James. Un clásico del siglo XIX. Ya llevo medio libro y me veo reflejado en que lo que escriben muchos autores parte de una anécdota un tema o un torrente de su propia vida. En el caso de James está presente el cosmopolitismo, la dualidad EEUU-Europa como conflicto de valores y algún personaje familiar, en quien se inspiró para escribir la novela.

Por lo que respecta a la novela que motivó la recomendación arriba mencionada, llevo escritas una buena cantidad de páginas, aunque tiendo a ser un escritor que dedica el tiempo con intensidad a la escritura. No escribo, al menos en estos momentos, palabras a raudales por el sencillo motivo de que encuentro más fresca esta forma de escribir: escribir desde la emoción, desde la intensidad, hace que me desgaste más.

Siempre ha habido escritores muy productivos y otros menos. Un ejemplo de escritor productivo sería Balzac, al que no he leído, o el propio y maravilloso Dostoievski. Ejemplo de prosa escasa ha sido Juan Rulfo. Esta reflexión me conduce al mundo de la música, donde la diva Adele ha anunciado que no se espere de ella un album nuevo en breve, como sucede en otros muchos casos de grupos musicales: ella, dice, necesita tomarse su tiempo para madurar un buen proyecto. Yo no sé hasta dónde llegaré con el mío, pero estoy encantado por la extensión que ya he alcanzado en un tiempo razonable sazonado de lecturas formativas. Además, me siento como si no hubiera ni mucho menos perdido el rumbo de la novela, novela que puede acabar simplemente siendo un borrador para una más depurada. Ya veremos. En el curso me han dado alguna que otra idea que me devuelve a mi estilo lento tras haber seguido recomendaciones de la escuela best seller: polos que se oponen. Podré hacer una síntesis de las dos líneas y sacar mis propias conclusiones. En fin, buen fin de semana y felices lecturas para los lectores, feliz almuerzo para los muy gourmets, y feliz descanso o aventura al resto.

viernes, 16 de noviembre de 2012

El protagonista y la lectora

Hoy mi abuela materna, a la que en catalán se llama iaia; pues la iaia, cumple ochenta y seis años. Se la ve entre lanzada y algo mustia. Con los dolores y molestias que esconde su edad pero sin elevar demasiado el tono para quejarse. Planea su vida futura sin miedo a decir que, por ella, mejor que le queden un par de años. Que ella no quiere que se le prolongue demasiado la vida.

Recientemente, he leído un libro sobre un anciano, y me ha tomado el relevo ella, la iaia, para entrar en lo que a mí me llega el aroma de una conversación silenciosa con el libro. Son gentes que se entienden, el protagonista y la lectora, y, como decía antes, ella lo lee sacándole provecho a lo que puede decirle la historia de una voz anciana. Quizá, tratándose de una persona más joven, sea una lectora más protectora o condescendiente. La iaia no entiende de condescendencias y disfruta del rato hablándole al personaje de tú a tú.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Católicos sí, católicos no.

Me sorprendió relativamente, pero me sorprendió, que mi admirado Miguel Delibes fuera un católico confeso, padre de una gran prole. Sin embargo, me ayudó a entenderle y a admirar aún más su integridad al recordar la última novela que escribió: El Hereje. No tiene desperdicio, y me abrió la inquietud por Lutero y Erasmo.
Un católico recalcitrante y en una línea más que aparentemente extrema me ha dejado en vilo los últimos días, cuando las elecciones de EEUU anunciaban un empate técnico entre Romney y Obama. No voy a descubrir que Obama me cae bien, así que es evidente que me llevé un alivio al saber que la mayoría de su país había elegido una línea continuista hacia, a mi modo de ver, el progreso. Queda por saber el margen de maniobra que le dejará ese Congreso en manos del partido rival que tiene la virtud de atenuar el presidencialismo de un país. Pero parece que ahora mismo los republicanos tienen que encontrar una nueva brújula.
Mañana es viernes y, acercándome a la despedida de vosotros hasta la semana que viene, os confieso que es para mí un día especial por las gratas tareas que me ocupa. Es un día de humanidad y aprendizaje. Y eso, unido al deseo de ver uno que otro día a seres cercanos, es buena materia prima para quien sueña con el arte de la novela, del cuento o de la filosofía. Que tengáis muy buen fin de semana.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Diversión

Uno no se cree todavía que su compromiso con el ejercicio físico vaya pasando de un romance a una relación formal. Antes de respirar, como casi despidiéndose de esa sensación, el tranquilo ambiente pueblerino, se ha metido urbe en vena, con menos banderas esteladas pero el catalanismo, para mí tan exacerbado como el españolismo, presente. En ese ambiente de urbe, quizá por la magia de Halloween, una tradición tan poco española que ahora tiene tanto éxito por aquí, uno ve a superwoman, una superwoman de nuestros tiempos con top, con vientre desinhibido que hace juego con sus largas piernas que se desentienden de la minifalda de superhéroe. También tenemos a Cleopatra, no te creas. La noche es marchosa, carnal, divertida. Incluso hay, oh dilema, tres hombres rodeando a una mujer de silueta cuidada y atrevida, que juega con ellos estimulando sus fantasías para luego desaparecer sin presa. No le habrán convencido, bestiario había. Entretanto, imaginemos que el paparazzi, o la paparazzi, quién sabe, va inmortalizando en imágenes digitales a una suerte de joven Orson Welles que queda protegido por una blanca, clásica silueta detrás mientras se toma una cervecilla. Qué tendrá el paparazzi para saber extraer lo que se esconde en el alma de su objetivo. Quizá haya recurrido al truco de hacer que Welles asome a la inconsciencia con un par de copas. Al menos, si el gran director ha sido víctima de fotos robadas en el gran teatro de Halloween, que disfrute su vista de una bella silueta mientras, cuando no es pillado a traición, mira hacia la cámara. Qué tendrán las mujeres para obsesionarse con su físico cuando a cada cual la naturaleza le ha dado el suyo, que en su particularidad es hermoso. Otra cosa es que la dama se nos cuide con una vida saludable. En fin, diversión. No hay que quejarse.

jueves, 25 de octubre de 2012

Transparente intercambio

Qué será más importante, dejar la mente en blanco tan solo guiada por el flujo de la respiración que vaya produciendo un efecto de progresivo autocontrol, seguridad en uno mismo; o seguir la estela de Sócrates, que nunca escribió nada y en cambio era un gran conversador, creador de ideas inspiradas, reflejo de lo humano por réplica al interlocutor y, en fin, espontáneo. Yo veo su figura cercana a la de Shakespeare, que también nos acerca a la espontaneidad de las relaciones humanas, a la imprevisibilidad y la sorpresa. Ambos fueron grandes hitos en la Historia de la humanidad tan solo por su existencia.

Quizá plantearme el tener que elegir entre lo uno y lo otro sea que todavía no se ha profundizado lo necesario en el diálogo entre occidente y oriente. Y, en este mundo que se nos presenta tan globalizado e intercultural, quizá esté llegando el momento adecuado para tal diálogo. No en vano ya se ve cómo cala el tai chí o el yoga en ciertos perfiles, pero yo no me refiero a un debate quizá todavía un poco alternativo y friki, sino en un a un transparente intercambio y flujo de ideas que, a su vez, nos permita conocernos un poco más entre todos. Pasadlo bien hasta nuestro próximo encuentro en esta pantalla. Un abrazo cibernético.

domingo, 21 de octubre de 2012

Demora necesaria

Oh, estimados lectores; estimadas lectoras: disculpen las molestias. Causas de fuerza mayor, gratas noticias sin embargo, me han mantenido al margen de tan sana costumbre como es la suerte de echarles unas palabrejas por el ciberespacio. El momento ha llegado en el último día de de la semana día en que Dios descansó, pero dejemos el tema que nos llevaría a hablar de Jesucristo, su friqui pero revolucionario sindicalista.
Estoy ante la expectativa por una nueva aventura para pulir mi delicada prosa, y más detalles no doy que no debe saberse mucho de la vida privada del creador: cíñanse ustedes a su obra. Tan solo digo que la prosa promete. Ha sido parte ello, pero no lo único, para que culminara anoche una semana manifiestamente feliz. Con reencuentro tras un par de décadas sin ver a un amigo con quien pasé una comida y tarde entrañables, hablando de lo humano y lo divino, y desbrozando cada uno sus secretos, aquellos que le convierten a la vista del otro en un ser común y a la vez particular. De vuelta a casa, me encontré con la voz que tanto me ha estimulado durante estos últimos años feliz por oírme tras un par de días sin hablar... y fue la guinda, o si no les gusta, la onza de chocolate Valor que lo redondeó todo en lo alto del pastel. Me dormí tarde presa de la inquietud, algo extraño en una persona de sueño tan sano como soy yo. Pero quiere ello decir que soy humano. Ya caerá hoy la siesta, o quizá un buen sueño por la noche. Sabed entender, pues, este pequeño retraso en el comentario semanal que tanto me aporta comentaros. Hasta la semana que viene.

jueves, 11 de octubre de 2012

Placeres que son costumbres

Uno de los grandes placeres que descubres cuando te tienes que aclimatar a un lugar nuevo son ciertas costumbres, bien asentadas en el lugar o el entorno, que ni te habías planteado y acabas asimilando como un ritual, quizá uno de los momentos sublimes de, por ejemplo, el fin de semana.

El caso es que para mí el vino siempre se tuvo que tomar en temperatura moderada, nunca había probado el vino fresco hasta que me acerqué por estos lares. Vino fresco, no pocas veces, equivale a vino peleón. Pero todo vale, ya sea con el peleón de la cafetería o con el más decentillo de casa. Uno, por ejemplo el sábado por la mañana, celebra la llegada del fin de semana con el desayuno de un suculento bocadillo que ya se va comiendo con los ojos y al final, oooh, dura un suspiro y al que acompaña con su buen vino tinto u otro alcohol suave al gusto. Luego, hilando la charla, se toma el sabroso trozo de bizcocho acompañado de un café con leche bien calentito. Y se lo come procurando no acabar antes que los demás para que no se le haga la boca agua viendo que su tesoro ya ha ido a parar a las zonas submarinas del estómago mientras el de su contertulio aún sigue a flote. Quizá pongas la guinda con, digamos, un moscatel. La sobremesa se alarga un poco y, tranquilamente, sales a dar un paseo o empalmas con la lectura del periódico. Una gozada... pero recuerda que luego hay que quemar calorías...

viernes, 5 de octubre de 2012

Disparate hacia el periódico

El sábado pasado, relativamente temprano, me arreglé dispuesto a salir para dar mi paseo hasta la librería donde compro el periódico. Había observado minutos antes cómo cedían las lluvias desde la ventana. Antes de salir, volví a mirar e, inquieto, observé cómo la lluvia había vuelto a coger fuerza. Daba igual: cogí un paraguas grande y salí a la calle. Al poco tiempo, ya supe que al volver tendría que cambiarme los zapatos empapados. Pero me sentía tranquilo porque no había ido a más, e incluso trataba de hacer piruetas caminando por las aceras menos encharcadas que el bulevar central. Llegué al destino contento por mis heridas relativas y pedí que me dieran una bolsa para el periódico.
Al salir de nuevo, la primera en la frente: el viento de cara hacía que el agua se colase por debajo del paraguas, todas las posiciones que intenté con el mismo no evitaban que siguiera y siguiera empapándome. A medio camino, me daba por perdido. Por fin, entré de nuevo en el piso deshaciéndome de la camiseta, los zapatos y los pantalones empapados y, encontrando un uniforme sustituivo, me regocijé en mi absurdo tesoro: el periódico había llegado sano y salvo.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Sobre el estado del cine

Si la semana pasada me pasaba de frenada hablando de Woody Allen, esta semana he tenido la oportunidad de comprobar la subida de los precios en las entradas de cine. Casi te da a elegir entre la película, el libro de bolsillo o una humilde cena de menú. La solución, a mi modo de ver, es ir a ver las películas por las que se tenga un real interés, las que sienta uno que realmente pueden ser especiales. Es decir, ser selectivo. Y eso no es fácil ahora: tras un verano de pelis infantiles y poco o nada más, nos llega a las pantallas una troupe de películas precedidas de excelente acogida en festivales, crítica o por su equipo. Si ya teníamos filmes como The Deep Blue Sea con Rachel Weisz a la cabeza del reparto, ahora nos llegan películas como Blancanieves o lo último de Fernando Trueba. Todo un desafío elegir entre ellas. El lado oscuro es evidente: menos público, menos recaudación, menos dinero para hacer cine. Siempre queda la creatividad: no son pocos los que eligen las ventajas de las nuevas tecnologías para rodar películas más baratas manteniendo una alta calidad. Dicen que un ejemplo de ello es la última película que estrenó David Trueba, que no he visto. En fin, yo, esta vez, he optado por la peli de Rachel Weisz, y he salido muy contento.

viernes, 21 de septiembre de 2012

La senectud de Woody

Que Woody Allen diga que es una persona como cualquier otra poniendo el ejemplo de que va, como tantos, a buscar a su hijos al cole cuando está más cerca de la demencia senil que de la explosión hormonal, nos dice que este aparentemente sensato y divertido hombre que se lió y ahí sigue con su hija adoptiva invita a ser suspicaces. Ello no obsta a que gran parte de su filmografía me haya encantado. Incluso recibió el premio Príncipe de Asturias y desde entonces se le idolatra por estas tierras. Sin embargo, quizá coincidiendo con el inevitable chocheo, sus películas europeas, propias de la última etapa de su trabajo, me dejan frío y huelen a tomadura de pelo, dejando, por mi parte, a salvo Match Point -una película que en mi opinión se quedó a las puertas de ser una obra maestra: creo que al final no se atrevió a rizar el rizo- y la reciente Midnight in Paris. Ahora nos estrena otra de la que leo en la crítica un aprobado que no evita la postal reconocida por él y que, horror, nos dice que Penélope Cruz no está tan bien como en Vicky Cristina Barcelona. Aquella película me pareció horrible, así que no sé si fiarme del crítico siquiera y resignarme a pensar que es uno más de sus endebles productos europeos. Hay películas más interesantes en los circuitos de versión original, pero qué pasará si tengo que ir a los cines de un gran centro comercial donde su competencia sea la última fantasmada de Nicholas Cage. Recemos.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Entre el hogar y el otoño

Encuentro cierta asfixia en esas zonas de las ciudades donde no hay espacio verde, apenas con paseos asfaltados. Me falta naturaleza, aire puro, sencillez. Eso lo encuentro en los pueblos, donde además es fácil salir del anonimato en la comodidad de conocer al vecindario del pueblo: la gente de la cafetería, los del quiosco, el vecino del perro, la familia con los niños... Sin embargo, de vuelta a la ciudad tras cargar las pilas en un pueblo, notas la cercanía a un amplio abanico de posibilidades, desde el cine a una biblioteca o librería, una zona donde pasar un buen rato la noche del sábado, y todo ello a un tiro de piedra con el metro. En los pueblos más primitivos, sin embargo, puede verse a gente a cual más salvaje, comida de la tierra, en plena naturaleza, buenísima y baratísima; puedes cruzarte con un zorro o con codornices; respiras el aire puro y a un golpe de vista tienes la naturaleza vegetal rodeándote. No sabe uno bien qué es mejor. Quizá el pueblo te haga perder el tren del progreso y pierdas opciones que de otro modo tendrías, pero todo es proponérselo y hacer un plan. En fin, son conjeturas: nunca se sabe. Quizá diga ésto porque llega el otoño y el cambio de clima, con pantalón largo y jersey a mano; con las lluvias; con un anochecer más tempranero, altera mi estado de ánimo. Cuestión de acostumbrarse.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Sonriamos

El lunes, temprano por la mañana, me comentaba el vendedor mientras le compraba el periódico su punto de vista sobre la crisis española, que si se debían haber eliminado antes los empleos de tanto funcionariado, que si se tenían que haber creado antes los bancos malos, que si no hay sectores en los que crear empleo, que sencillamente no existen esos espacios... Al menos ayer la visita de la Merkel y el anuncio de Banco Central Europeo nos dieron un respiro: la prima de riesgo bajó mucho y la bolsa voló. Podemos esbozar una pequeña sonrisa mientras se mantiene el suspense del tan traído y llevado rescate blando.
Mientras, cada vez son más las economías domésticas que notan una creciente asfixia, nos sorprende escuchar de algún amigo o familiar que se ha lanzado a la aventura de crear su propio negocio. En lo cultural, un cineasta capaz de inflarse de dinero con grandes superproducciones vuelve a sus orígenes y nos trae la, lenta como todo lo oriental, película El Amor Bajo el Espino Blanco, que me pareció hermosa y brillantemente interpretada. Por lo demás, como sabrá quien lleve un tiempo siguiendo este blog, noto que sigo creciendo: mi abuela paterna esta vez, a sus 93 años, se va apagando, y su biznieto Gonzalo, mi sobrino, inicia la aventura de un año lejos de sus padres. Entre medias estoy yo, que veo cómo es la vida por arriba y por abajo. Sonriamos.

viernes, 31 de agosto de 2012

Tiempo de cambios

La gran ciudad ha perdido la tranquilidad del verano: las carreteras se reencuentran con un tráfico la mar de intenso, el gentío que había en playa o montaña ha vuelto de su paréntesis vacacional y seguramente este fin de semana las tiendas y discotecas revivan, o comiencen a palpitar la nueva temporada.
Lujo para los playeros de allende la ciudad, allí donde se dice que el agua es limpia y el lugar idílico para unas vacaciones. Esos lugares se llenan en los meses de vacaciones, a veces son un avispero, y de repente se encuentra su habitante con cuatro coches, un clima algo fresquito que no impide bañarse entre las cuatro toallas del que hace tai chí en la playa, la que se ha bajado con su sillita y aquella otra que se tuesta un rato en plácido top less, entre baño y baño como los demás.
Ya puede uno pasear a media tarde sin que el sol le devuelva a casa medio mareado... calores impropios de agosto que nos han enturbiado la cotidianeidad... Por fin ha llovido, hemos respirado la sana humedad de la tierra. Tiempo, en fin, de cambios.

sábado, 25 de agosto de 2012

Buena persona

Hay cosas que son de cajón. Parece que una fórmula eficaz para ser un buen escritor es leer mucho y vivir mucho. Yo creo que llevo mucho leído, a ratos demasiado, aunque con la competencia de las ratas de biblioteca nunca se sabe: hay que leer por ansias de conocimiento, placer o curiosidad, creo yo. Y siempre que haya una satisfacción: harto, este verano, en plena ola de calor, dejé el Ulises de Joyce por, al menos en aquel momento, insufrible. Y digo al menos porque a ratos lo disfruté.

En cuanto a lo de vivir mucho, para mí implica tener experiencias extraordinarias, raras veces, o hacer lo que dicta el sentido común a una buena persona: ser coherente, consecuente, honesto y sincero cuando haga falta. Tener tacto y ver hasta dónde te lleva el camino de las virtudes que persigues. De momento, a mí, alcanzando tales virtudes en mayor o menor medida, me ha conducido a valorar mejor y a veces más rápido a la gente, entender algo mejor el fluir de la vida y ver cómo crece un intercambio de cariño y afecto con mi amiga la Jo. Que así se llama. Recomiendo, por último, El Extranjero, pequeño libro de Albert Camus.

viernes, 17 de agosto de 2012

Calor

La ola de calor altera todas las costumbres. La mente se atonta, la sombra es un escudo, y quien tenga un ventilador accede a un estado superior. El aire acondicionado se deja para los sueños.

En estos días de tanto calor se fija uno, quiera o no, en la luz más intensa que trae el verano. A mí la luz clara, casi con una sensación de ser blanca, de las horas centrales del día, no me gusta nada. En cambio, gozar de las últimas fuerzas del sol intenso seguidas de un suave atardecer, atardecer, sobre todo atardecer, me encanta.

Son fechas en las que uno u otra está de vacaciones, deprimidos los que no van a disfrutar de esta última quincena de agosto, o con las pilas cargadas para afrontar el trabajo en el tramo final del verano, por mucho calor que nos haga. Quién sabe, igual con esto del cambio climático el calor nos llega hasta mediados de octubre.

viernes, 10 de agosto de 2012

Hábitat

Volver a los viejos tiempos. Es volver a los viejos espacios, a la gente de antaño. Es un guiño a la vida vivida y la historia de la vida transcurrida desde entonces. Nada es lo mismo, a veces es un matiz, muchas otras veces el cambio, la impresión, tiene un trazo más largo. El clima, diferente, el gentío con la que fuera mi primigenia cultura, convertida para mí en un enfoque raro, vago para mi perspectiva tratando de buscarlo en el recuerdo. Me he convertido en un mestizo nacional. Ya añoro el lugar que hoy es para mí el hábitat de siempre, aunque quien me viera diría que hasta el día de hoy he tenido mucho de nómada. Con los ritmos cambiados, he recordado esta madrugada viejos tiempos escuchando música clásica en la radio, y, tras darle unas déspotas vacaciones, he recuperado la lectura del Ulises: sigo con la incertidumbre de hasta dónde llegaré, pero es como si el libro me pidiera vivir el presente de la lectura. El resto ya llegará.

sábado, 4 de agosto de 2012

Me sobrepasa

Irreconocible: aquí estoy, agotado por el calor y la natación ¡viva las medallas olímpicas de nuestra nadadora Mireia Belmonte! Aquí estoy, con la impresora arrinconada y el Ulises de Joyce tratando de retomar el vuelo: trato de encontrarle un rato todos los días, pero estos días el cansancio me sobrepasa.

Fui a ver un espectáculo flamenco al aire libre hace un suspiro y me encantó la mezcla de fusión con el jazz y el mantenimiento de las raíces. La bailaora estaba mayor, y solo se soltó en su última actuación. Los demás, una batería de instrumentos, batería incluída; los bailaores y la incipiente bailaora consorte estuvieron espléndidos, emocionantes, entregados.

Llevo leído, como decía, un trocito del Ulises y, si bien otras veces me venció la cuesta y lo dejé, ahora lo aguanto y me gusta, aunque, como pasa con los cantaores flamencos, nunca se entiende todo: quizá fuera esa la intención del autor. Tras la sobremesa, desde la cama con calor, se despide hasta la próxima el Dudu.

viernes, 27 de julio de 2012

Gonzalo

Es un renacuajo. Se pasa el día haciendo actividades junto a otros compañeros y cuando, a la vuelta a casa, parece que debiera estar rendido, pide la merienda y más marcha. Está de vacaciones, y se lo pasa de maravilla, desinhibido ante cosas que son muy novedosas para él. Lejos de sus padres, a expensas de otra rama de la familia. Conserva aún la inocencia, inocencia que empieza a ser picarona. Pero contagia felicidad y sorprende por su sinceridad. Come como una lima y se mantiene delgado: ¡quién pudiera! Es educado y cuando, tras la ducha nocturna, ya se siente cansado, se convierte en un corderito domado: parece que no se trate el mismo que correteaba de aquí para allá unas horas antes y soltaba una batería de ilusionadas anécdotas sobre las aventuras del día. Es, ni más ni menos, mi sobrino Gonzalo disfrutando de sus vacaciones.

viernes, 20 de julio de 2012

Pequeños placeres

Anteayer, cuando al despertar noté que tenía el brazo extendido por encima de la cabeza, no caí en la posible relevancia de que la extremidad se me hubiera quedado dormida, como si invitara al resto del cuerpo a incorporarse solicitando educadamente que la dejaran remolonear un rato más en la cama. Hice un esfuerzo para levantarme y, cunado noté que el brazo de apoyo para impulsar mi cuerpo hacia la verticalidad era el brazo rebelde, ya era demasiado tarde: me vi, con la mente todavía ensoñada, tumbado en el suelo. Destrezas.

En esta época en que tan importante es hacerse una idea a menudo indignada de la realidad de nuestro país, resulta agradable saber que aún podemos relativizar, saltarnos algún telediario y gozar, quizá en silencio, ojalá a media tarde, en cualquier caso resguardados del sol, por qué no en una butaca desde la que entre la ligera brisa desde la terraza. Gozar de ello en silencio, con una calma de entresueño que nos hace pensar que quizá los místicos no estuvieron tan desencaminados. Y es grato que el único gasto necesario es el ya no tan normal caso de tener a tu disposición una vivienda desde donde disfrutarlo. Y es que el verano de ventanas abiertas y largos días es agradable, pero su calor a menudo nos indica requiebros para disfrutar de la estación festiva por excelencia.

viernes, 13 de julio de 2012

Gozo

En estos tiempos veraniegos, de nocturna vitalidad o sauna en el dormitorio, la música se convierte en protagonista. Una sencilla canción, pop ligero, dance o con ciertas pretensiones de autoría nos alegra el baile o el sueño y de madrugada nos sorprendemos con el fin de la fiesta o desenchufando el auricular del teléfono desde donde escuchábamos la radio.

El lado opuesto, a mi modo de ver, es aquel en que vemos al personal enchufado todo el día, calle a través, a sus auriculares, perdiéndose la atmósfera natural de la muchedumbre, aislado.

Lo dicho anteriormente es una forma de evasión que he encontrado yo, fuera de mis exigencias en otros ámbitos como la literatura, donde busco la profundidad que, siendo ortodoxamente consecuente, quizá debiera buscar en la música  a través de la música clásica. Otros tendrán evasiones en la tele o libros ligeros. Quizá revistas de cotilleo. Todo vale pero, por favor, no nos olviemos de mantener nuestro patrimonio cultural porque, en mi recuerdo, no se me ocurre mejor modo de entretenimiento que asistir a una representación teatral de El Sueño de una Noche de Verano, de Shakespeare o una buena película.

viernes, 6 de julio de 2012

El hábito del deporte

He tenido temporadas de deportista y, largas, temporadas de sedentario. He estado en forma y he estado redondo. Ha habido épocas en que con la sola actividad del día ya me sentía bien. Sin embargo, últimamente me he ido concienciando de lo saludable de hacer deporte, quizá por una neura temporal, quizá por una extraña forma de madurez. Escritores como Philip Roth, Haruki Murakami o nuestra más cercana Soledad Puértolas declaran que el deporte ocupa un importante lugar en su vida cotidiana: forma parte de su rutina. Tras algún tiempo haciendo deporte moderado, siento cómo mi energía física aumenta al realizar el ejercicio, y cada vez voy más disparado en lo que puede ser nadar, mirar entre los compañeros circunstanciales de actividad, mirar más allá hacia donde llega el rayo de sol en el lado más escondido de esta piscina cubierta y, al acabar, relajarme todavía con el cuerpo en la piscina, mirar en derredor, espabilar y, tras una ducha, regresar a casa. Me hace sentir vivo, activo, y, no lo vamos a menospreciar, me veo más guapete, que es lo que buscan los "lobbies" de mi entorno afectivo cuando me dan la paliza para que haga ejercicio. Al final les tendré que dar la razón y aspirar a que un cuerpo sano lleve a la mente sana que pueda desarrollar una actividad literaria de calidad, emulando a mis admirados escritores distinguidos.

viernes, 29 de junio de 2012

El sol y el agua

El calor sahariano que nos ha invadido cansa de solo moverse. Si uno sale a la calle, se preocupa muy mucho de caminar por las sombras, y aún así puede llegar a su destino con el cuerpo húmedo de sudor. Los litros de líquido fresco consumido se multiplican, uno no hace ascos a un pequeño bombón helado y, eso sí, cuando las largas horas del día van dando paso a una luz débil, aparecen los habituales del footing o aquellos que, como yo, lo practican no solo por el placer que provoca el deporte una vez superada la modorra previa, sino por una ligera necesidad de perder peso. La playa proporciona un fresco chapuzón, o dos o los que quieras el fin de semana, y entre baño y baño te tuestas un poco o lees. El fin de semana pasado no pude evitar escuchar la conversación de una madre y su hija a media toalla de distancia, y recordé lo supérflua, chorra, que puede ser la gente: no solo la niña veinteañera con un pavo todavía notorio hablando como si fuera una madura mujer de treinta años, sino su madre cerca de los cincuenta, perfectamente a la altura de la hija. Más allá una mujer negra y su marido blanco disfrutaban con sus tres peques mulatitos. Quizá los barcos todavía no han tenido oportunidad de limpiar en las costas, pero de momento he tenido la suerte de disfrutar de un agua limpia.
Por cierto, en alguna entrada he comentado la lectura pendiente de Juegos de la Edad Tardía, de Luis Landero. Pues bien, lectura completada. Me gustó mucho, pero exige que el lector se esfuerce por implicarse en la lectura.

viernes, 22 de junio de 2012

Entre el libro y el deporte

Es curioso. Yo creo que todo el que haya querido ejercer de cultureta ha tenido, al menos en su bautismo como tal, recelo ante el deporte, como la liga de fútbol. Yo no soy especialmente apasionado, y no acierto a entender muy bien a la gente que sigue los deportes mediáticos con devoción. Aquella devoción que te hace dejar de lado los paseos, el cine o la lectura.

Sin embargo, me encanta sentirme algo enterado, y sigo tanto los triunfos de Rafa Nadal como los clásicos del fútbol nacional. Veo, digamos, solo los partidos importantes. Retomando el hilo del cultureta y el deporte, me ha sorprendido con el paso del tiempo, comprobar que hay literatos con auténtica pasión por el fútbol, como Javier Marías, que autores ya fallecidos y convertidos en iconos como Albert Camus lo fueron... y llego a la conclusión de que, igual que un espía no tiene por qué parecerse a James Bond y puede estar comiendo un bocadillo de chorizo en su, pongamos por caso, Ourense natal, el escritor también puede ser un personaje la mar de común. Dicho sea esto, aclaro que entre los escritores no faltan raros, como en el fútbol no faltan egos, como nuestro joven y universal Rafa Nadal es un caballero dentro y fuera de la pista... Y como el fenómeno Pep Guardiola es un apasionado de la lectura.

viernes, 15 de junio de 2012

Sensual

Es curioso, llegan los días de sol y la gente se acerca a las playas. Hay quien pronto se dora por un lado y por otro y empieza a oler a chamusquina. Se ven tatuajes escondidos durante las demás estaciones del año y a uno le cuesta más distinguir la extracción social o cultural de la persona que ve, especialmente si tampoco la oye: en bañador, luciendo unos hermosos senos y un cuerpo la mar de decente, crees que su acompañante tiene suerte. Quizá escuches su conversación y te sorprenda comprobar que son muy burdos, rudos. Los ves vestirse de nuevo para abandonar la playa y te cuadra un poco más el estilo que visten y calzan. También es cierto que ese disfrute del cuerpo al natural, en la playa, acompañados de agua y sol permite considerar la semidesnudez o, en las playas nudistas, la desnudez integral como algo normal. Sin embargo, cuando la tarde ya refresca en el corazón de la ciudad o cuando cae el otoño, nos acostumbramos a percibir la sensualidad, que antes se nos regalaba directamente a la vista, a través de prendas que cubren las partes más erógenas. Se sugiere más que se enseña, hay que imaginar, y un sencillo atrevimiento en el vestir se nos hace sensual.

viernes, 8 de junio de 2012

Autores y premios

Ví a principios de semana la entrevista que una cadena pública hacía a Mario Vargas Llosa. Debe ser difícil mostrarse siempre tan educado, y me extraña que den tanta importancia en los medios, quizá sea porque es premio Nobel, a un hombre de la inteligencia. Aquel que muestra como principal atractivo su riqueza intelectual es difícil de digerir en los tiempos que corren. Plomizo, pesado, insulso. Tales cosas se dirían quizá. Yo he encontrado un cierto reflejo de ello en la, única, novela que he leído de él, y su obra más querida: Conversación en La Catedral. Es plomiza y compleja, requiere esfuerzo, implicación en la lectura, por parte de quien se aventura a atravesar sus páginas, pero, al menos por lo que a mí respecta, el esfuerzo era devuelto con frutos. Compañero de generación del recientemente fallecido Carlos Fuentes, ambos autores del Boom hispanoamericano han ido dejando paso a nuevas generaciones que no han logrado alcanzar su nivel a la vez que ellos han logrado mantener su creatividad con un alto nivel de calidad. Prueba de la repercusión que aún tiene Vargas Llosa es la polémica que ha generado su última obra, el breve ensayo La Cultura del Espectáculo, que no he leído aunque sí haya leído sobre el mismo. Por otro lado, ya que estamos con un Nobel, siempre se dijo que, si Vargas Llosa nunca había recibido el Nobel, era porque ya lo había recibido García Márquez en nombre de su generación. Al final se le concedió y oímos estos días la felicidad por la decantación del premio Príncipe de Asturias de las Letras a Philip Roth, autor estadounidense de edad ya avanzada también sobre el que se grita con indignación por qué no se le ha concedido el Nobel.

viernes, 1 de junio de 2012

Noticias

He estado años leyendo el periódico a diario, algo que a mucha gente le parecerá normal. Pero no veía el telediario, y el vacío de las voces y las imágenes fue creciendo hasta el punto de sustituir el periódico por el telediario. Perdía el alimento intelectual que supone la lectura de la prensa escrita, y la libertad de seleccionar la información que más me interesaba, pero ganaba en inmediatez, sentidos y comodidad. Últimamente trato de combinar las dos formas de informarme, y resulta agradable volver a reunirme con el viejo olvidado que fue el periódico. Críticas de cine, de conciertos, de teatro, análisis a fondo de política. Me gusta.

De lo anterior he podido deducir que la escultura llamada Charlize Theron busca nuestro encuentro en una Blancanieves que, ¡oh!, la crítica deja mal. Sin embargo, pensando como un artista puro, diré que la escultura es muy anterior al cine, y que quizá valga la pena ir a ver el espejito para zamparse con la mirada a Charlize. Otra guapa, magnética, frágil e inteligente le pese a quien le pese, Marilyn Monroe, hubiera cumplido estos días 86 años, más o menos la edad de mi abuela. Me quedo con su recuerdo en el celuloide y admito que una relación en la vida real, a lo Elizabeth Taylor en sus últimos años, no hubiera sido viable.

viernes, 25 de mayo de 2012

Una semana especial

Soy algo hipocondríaco. Cuando me resfrío, aunque el clima sea cálido, puedo aparecer por la calle con un jersey de cuello alto. El resfriado de esta semana me lo ha vuelto a demostrar. He descubierto posiciones encontradas respecto al Libertad, el último y muy vendido libro de Jonathan Franzen. Unos dicen que es el Dickens contemporáneo, otros que es un tostón soporífero. En una pequeña entrevista que le vi en youtube me causó muy buena impresión, pero no me decidí a comprar el libro. Estaba a punto de concluir la gozosa lectura de El Hereje, de Delibes y sentía esa ligera libertad de poder elegir el siguiente libro. Sin embargo, tiré de biblioteca personal y reanudé la lectura de Luis Landero, digan lo que digan sobre si Juegos de la Edad Tardía tiene estructura o no. Es un fenómeno de sensibilidad y una oda a las letras.
Cambiando totalmente de tercio, haré un comentario, como excepión, sobre mi vida privada. El lunes era un día especial para mí. Sin embargo casi toda mi gente cercana estaba ausente. Casi toda. El reciente, quizá no tanto ya, personaje literario que tiene vida propia, mi estimada Jo, me preparó una sorpresa llena de detalles y cariño, y me mostró los secretos de su hogar. Actitudes aparentemente intrascendentes logran hacerle a uno feliz, y sentir si no será de ello de lo que está hecho el relieve de la vida.

viernes, 18 de mayo de 2012

Dejarse llevar

Acostumbro a dejarme llevar al escribir, divagar, ponerme lírico. Sin embargo, hay ciertos fantasmas a los que no me enfrento y ello repercute, en mi opinión, en la miga de lo que escribo. Lo que me critican las voces supuestamente más autorizadas está, quizá, al margen de fantasmas y se expica de una forma más terrenal: tengo demasiado respeto a mis personajes, los cuido demasiado y ello impide que tomen cuerpo, que se liberen. También me dicen que una obra debe tener una esctructura definida, pero, a pesar de que sea un pilar importante, no creo que no se pueda escribir por el placer de escribir. Ya lo hicieron muchos. Para estas voces autorizadas, así, leer al gran Marcel Proust es irse a la prehistoria (siglo XX), mientras leer autores del realismo (Dickens, Galdós, Dostoievski: siglo XIX) tiene cierta actualidad. Y lo que venga de más atrás, ni lo mencione vd. Nada de leer a los clásicos. Ahora que se nos ha muerto un clásico como Carlos Fuentes, yo me reafirmo en el convencimiento de que uno debe leer a los clásicos universales porque es ahí donde está la riqueza y el genio, la maestría, y a los autores contemporáneos porque uno vive inevitablemente en una época, y la literatura te ayuda a comprenderla. Bueno, ha sido la de hoy una dosis de literatura en medio de la tragedia griega que amenaza con venirse a España. Respiremos profundamente. Sed felices, o todo lo que podáis.

jueves, 10 de mayo de 2012

Al pie del cañón

Un perro que ladraba como loco al salir de su casa para poder pasar a la contigua y ver a mi abuelo me recuerda a él cada vez que ladra. A veces se me hace un poco pesadete ya. Me ha sorprendido enterarme de que el gran Johnny Depp ha sido pillado in fraganti con otra por su mujer Vanessa Paradis. Con lo formalito que parecía... je je je. Por cierto, no he tenido tiempo de ver su peli y la reunión familiar fue feliz. Con tanto renacuajo a uno le entran ganas de ser padre, ¿será la crisis?, ¿cómo es posible generar ideas tan disparatadas? ¡Un peque! Mucho tiene que cambiar este país, pero quién sabe, a lo mejor me convierto en un padre sesentón.

Lo de la crisis de Bankia me coge, como dirían los franceses, despeloté, o, como se dice aquí, en pelotas: no entiendo mucho del asunto y no sé si realmente es importante dar prioridad al saneamiento del sistema financiero, pero es bien cierto que en el otro lado de la balanza están los recortes en sectores básicos del Estado de Bienestar como la educación o la sanidad.

Para acabar, deciros que una mujer de salud delicada a lo largo de su vida, brillante por todas mis referencias aunque no la he leído, está de celebración: se cumplen 50 años de la publicación de El Cuaderno Dorado, de Doris Lessing. Ala, a disfrutar el ya próximo fin de semana. La semana que viene, salvo causa de fuerza mayor, de nuevo aquí al pie del cañón.

viernes, 4 de mayo de 2012

Ideas sueltas


Tengo ganas de que llegue el sol, no el fuerte sol veraniego ya, sino el sol primaveral con sus buenos veinte grados de días claros. Tengo ganas. Quise pasar ayer por el centro de la ciudad para ver una película que hoy, sorpresa, han quitado de cartel, pero con el lío que había montado con la visita de nuestros banqueros europeos no creí que fuera lo más apropiado. Acerté. Tengo acumuladas para, buenas intenciones, ver o volver a ver este mes un futimé de películas. Tengo ganas e volver a ver Saraband, de Ingmar Bergman. Su última película, que viene a se la segunda parte de Secretos de un Matrimonio. Y los estrenos de esta semana dejan buenas expectativas con una peli de Johnny Depp y otra coreana, creo (aunque parece muy sangrienta).
Espero que tengáis un fin de semana tan feliz en lo emocional como parece presentarse el mío, sazonado de rito católico con el que no comulgo mucho. Todo sea por una buena causa. Reencuentro. Tengo a mi abuela al otro lado de la puerta.

Añoranza: me gustaría estar en el pueblo estos días, pese a las probables lluvias y el frío. Calentarme, quizá en la chimenea. Pero eso ya son ensoñaciones, quizá vaya esta noche mientras duermo. ¡Pasadlo bien!

martes, 1 de mayo de 2012

Hacia el final del viaje

Hoy se nos ha presentado un día festivo, las playas de la zona estaban llenas y hacía sol, aunque creo que fueron pocos los que se atrevieron al chapuzón. Yo aprendo a ver cómo mi abuela se adapta a su nueva forma de vida, impuesta por la pérdida del ser querido. Ha sido hacia el final de sus andanzas naturales por este duro camino que es la vida, y la veo hecha un lío a ratos, otras veces animosa e impetuosa. A veces me parece tan cómica que me dan ganas de reír. Y me doy cuenta de que el cariño que he sentido por ella todos estos años se traduce en que la aventura de la vida va recorriendo su camino y el tiempo pasa, también para ella. Como muchas mujeres de su generación, tuvo poco acceso a la enseñanza, pero un padre lector hizo que ella siguiera ese sano camino. Ha sido prácticamente toda la vida ama de casa, madre de dos hijos y con nietos y biznietos. Vaya, que uno piensa que hay que echarle valor para vivir con poca queja los achaques de la edad, y piensa que hay que disfrutarla mientras siga ofreciéndole su cariñosa compañía.

viernes, 27 de abril de 2012

Semana redonda

La semana ha sido redonda, y con forma de balón. Que si la resaca del clásico, la derrota del Barça preciosista ante el Chelsea o la del Madrid ante el Bayern. Y no se acaba ahí la historia, que en la competición menor europea hay final española con el Athletic y el Atleti. Vaya, sobredosis. Por otro lado, ha aparecido la noticia de que, según la zona de Barcelona, las alcantarillas tienen altas dosis de cocaína, éxtasis... Como para darse un baño, ahora que se acerca el verano y en plena recesión.

También cabe felicitar a nuestra nueva académica de la lengua, Carme Riera, que escribe en catalán y lo habla maravillosamente, como no podía ser menos por su formación de filóloga y condición de catedrática. Por lo demás, uno se sorprende de ver cómo abundan los jóvenes con hijos con darse simplemente un paseo por un centro comercial, y no sabe bien si achacarlo a su valentía o irresponsabilidad tal y como está la economía: dudo que muchos de ellos vayan boyantes. Algo anima, sin embargo: ha aparecido, a propósito de su subasta, una fotografía de una Madonna sensual y desnuda en los años 90 que da un respiro. A muchas se lo daba Guardiola, que marcaba tendencia hasta en la forma de vestir. Ahora tendrán que conformarse con verlo bastante más esporádicamente.

viernes, 20 de abril de 2012

Calidad

Durante una charla me cogieron por banda, a mí, el cultureta, el filólogo, el intelectualillo, y me trataron de convencer de que no hay que aspirar a una literatura culta, quizá a veces difícil, o a una literatura simplemente bella o artística, o con cierto mensaje. Se me dijo con toda la caballería que el escritor que se convierte en clásico es aquél que vende, y que para vender hay que amoldarse a los gustos del público, y que el público pide sexo, algo de sangre y dinero. Ya podemos ir tirando a la basura buena parte de nuestro patrimonio cultural. Es cierto que la novela debe tener una trama, que esta haga que el lector se interese, pero si no hay algo más profundo se convertirá en una experiencia efímera, vacía, que hará que esa persona lectora no crea que valga la pena comprar el siguiente libro si no le aporta nada.
De modo que el buen escritor en el fondo sí se interesa por el público, que no son tan raras las ocasiones en que le abre ampliamente las puertas del mercado, bien que no son tantos los que logran ser best sellers. Pero si me apuran, alguno hay. Como Murakami o Ken Follet. Luego tenemos clásicos que, a pesar de no constituir una lectura de fácil acceso al público, como el caso de Juegos de ls Edad Tardía que mencioné la semana pasada, mantienen un largo idilio con él. Por una vez, y muy a mi pesar, voy a seguir el consejo de leer libros con una estructura bien definida, dejando de lado este libro de Landero que me está encantando y caer en otras historias que unan el nivel profundo de la narración con un hilo conductor que nos de un buen eje narrativo sobre el que tensar una buena historia. Aún así, lo más difícil es el nivel profundo.

sábado, 14 de abril de 2012

Literatura nacional

El paseo matinal del sábado, entre ciclistas relajados y gente haciendo footing, no me ha provocado ningún remordimiento de conciencia. Será que esta semana ya he cumplido con mis obligaciones deportivas y que mi peso no sufre, de momento, grandes alteraciones. Lo tiento, por eso. De vuelta a casa, no se ha evitado la tentación del psicolabis, y ahora no sé si tendremos que demorar algo la hora de comer.
No sé si os he comentado que he empezado Juegos de la Edad Tardía, de Luis Landero. Hay gente acostumbrada a la gran calidad de la literatura que se nos ofrece desde todos los rincones del planeta y menosprecia la española. Demasiado localista. Pequeña. A mí me sucede que leer literatura nacional es cómo leerse a uno mismo: tu tierra, tu lengua, parte de tu identidad y tus costumbres. Y el libro de Landero me está encantando. Voy lento pero seguro. Quizá los libros nacionales que más me hayan gustado hayan sido de poesía: San Juan de la Cruz, Luis de Góngora y, cómo no, Diario de un Poeta Reciéncasado (Juan Ramón Jiménez). Habrá que combinar. Mientras tanto, mira por dónde, será una buena forma de aclararse leer el suplemento de cultura del periódico mientras demoro la hora de comer. El piscolabis ha merecido la pena.

sábado, 7 de abril de 2012

De TVE a la Marilyn

Se agradecen unos días de lluvia, bien que a muchos les ha arruinado la semana santa. Veo las noticias de TVE y ya se notan los efectos de la derecha católica en el poder: obispos, misas, procesiones... La crisis nos sigue hundiendo, y yo he visto una película, Intocable, sobre un tetrapléjico que, además de ese espíritu de superación que tanto necesitamos, no ve mermada su economía, forrado como está. Es un tío sensible, culto y abierto cuando surge una relación especial con su cuidador. Yo vengo notando últimamente que por esta ciudad huele a marihuana en cada esquina: será para paliar la crisis. El caso es que a nuestro millonario no le van mal unas caladas de vez en cuando.

Hoy he leído un artículo en el que se daba cuenta del hábito de la escritora Soledad Puértolas de nadar cada día, como un ritual. La foto del espacio donde escribe provoca envidia: las estanterías, el sillón, la ventana, con una aparentemente fina cortina blanca... También he descubierto las miserias de Marilyn: en su época se la consideró estúpida y era objeto de mofa. No se valoraba su trabajo. Yo llevo años considerándola una gran actriz. Incluso he visto varias veces esa foto de la rubia leyendo el Ulises de Joyce. He visto corroborado que se trataba de una mujer culta e inteligente. Frágil: víctima. Verdugos.

sábado, 31 de marzo de 2012

Popurrí

Mientras encendía el ordenador se oía el trajín de la vecina desde mis cristales abiertos. Lo demás era un tranquilo silencio en un día optimista por soleado. Suenan campanas de una iglesia. El jueves fue una odisea cruzar la ciudad, entre manifestaciones y coches de policía. A mí me parece ridículo el destrozo gratuito, casi lúdico que se produjo. Todavía hoy es fácil ver pintadas: ¿Será una nueva tendencia del graffiti? Hay que volver a compararse con Alemania para ver lo chulos que son los graffitis de Berlín.

En cuanto a la lectura, lento pero seguro, y en versión original. La escritura me quita tiempo para leer, y además tengo cierto bloqueo (la mejor manera para solucionarlo es sentarse y escribir). Por lo que respecta a las pelis, parece que mi naturaleza sigue remando a contracorriente: tengo muchas ganas de ir a ver Cumbres Borrascosas. He visto las dos películas anteriores de la directora, Red Road (me gustó) y Fish Tank (me decepcionó un poco), y creo que con ésta ha dado un paso hacia adelante en un cine un poco más digesto. La crítica del periódico que suelo leer la ha dejado bien, aunque otros hablan de que si ahora la mariposa, luego el rayo de sol y poco más. Quiero verla. ¿Lo haré? Con el trajín, to be or not to be. La que sí he visto ha sido la última que ha dirigido George Clooney, y me ha parecido notable, una peli meritoria con una plantilla de actores excelente. Por lo demás, estoy contento de llevar un digno trecho de novelita escrito (aunque es poquito) y no haberme enredado todavía. Es más, tengo la sensación de que le queda cuerda. Un abrazo a todos, besos, petonets.

viernes, 23 de marzo de 2012

En casa

A uno le cuesta hacerse a la idea. El propio trasiego de la vida cotidiana muchas veces nos parece lo suficientemente duro. Hay mucha gente que ni ve las noticias, y opina por darse cierta autoridad; quien las sigue, puede encontrarlas repetitivas, faltas de autenticidad. Pero hay algo que no se escapa: la tragedia de la vida cotidiana no es ni de lejos lo mismo que las grandes tragedias que nos rodean día a día, bien sea un vagabundo que duerme en cajero de al lado de casa, o sea la guerra civil o la hambruna del tercer mundo. Podemos opinar benévolos y condescendientes, pero no solemos ser conscientes de su realidad. Y luego está la otra cara de autenticidad, y es el morro, la filosofía de chorizo, ladrón, que tiene aquel que ostenta un cargo público: muy acostumbrados nos tienen ya a que aparezcan escándalos de este tipo ¿Y al final? Unos años de cárcel y el dinero en Suiza. Sin embargo, yo al menos, no pido activismos u otras actividades de especial intensidad, sino ser al menos conscientes de nuestra suerte, ser conscientes de la realidad. No ya en lo que parecía la octava potencia mundial sino en un país cuyo progreso desapareció hace ya unos años. Sí, también tenemos la tristeza al lado de casa. O en casa.

viernes, 16 de marzo de 2012

Actitudes

Para mí, un día redondo recientemente ha sido: internet a primera hora, salida hasta mediodía, comida tempranera en alegre compañía, piscina y al tajo dilatando el tiempo que ha dado gusto. Hay gente para todo. Gente que solo necesita un libro y un paseo para el fin de semana; gente que se sume en la mayor introspección laboral para luego explotar en el tiempo libre, gente ya de por sí atareada con sus pequeños o personas que bastante tienen con tirar hacia adelante con los achaques de la edad.
Puedes estar triste y maldecir porque tu situación es muy desalentadora, pero, si sigues escarbando, ves, y no muy lejos, gente corta de miras, superficial o directamente imbécil. También ves a aquellos que llevan la mala pata de una salud diezmada con empaque, voluntad y fuerza. Coincido de vez en cuando desde hace unos meses con una mujer que tiene cierta parálisis, muy visible, y lo lleva hasta con chulería, entrando sin complejos en todo tipo de debates y metiendo caña. Todo ello viene a colación para decir que hay de todo y que, sobre todo, hay que relativizar y ser fuerte: hay días que nos sorprende una grata sonrisa o un rato de felicidad.

sábado, 10 de marzo de 2012

La soledad

A estas horas, mi abuela estará de sobremesa aprendiendo a sobrellevar una etapa de su vida en cierta soledad, ante la ausencia del ser querido. Yo, mucho más joven, pienso en mí, pienso en mi vocación y veo cierta soledad que me da miedo, más de cara al futuro, quizá, que en el presente.
El oficio del intelectual, o del que aspira a serlo, requiere de soledad, y uno, que ya tiene tendencia a ella, se asusta de vez en cuando. Decían del genio de la literatura Franz Kafka que renunció a casarse con la mujer con la mantenía cierto roce porque no tendría tiempo para ella, porque la literatura ocupaba su tiempo. Un reciente ensayo que he leído de Patricia Highsmith habla de las horas y horas que necesita un porfesional de la escritura de soledad ante el teclado. Es cierto que ello, y que asimismo la lectura, absorben y enriquecen, pero es cierto también que se llega a convertir en un ejercicio de ermitaño. Digo esto en una semana en la que mi vida social ha sido bastante completa, pero en la que la reciente muerte de mi abuelo quizá haya dado pie a debates que no habían aflorado tan claramente.
Quizá necesite complemetar mis amistades lectoras y de carne y hueso con salidas en eso tan de hoy que llaman los "singles", algo que a un profundo intelectual le puede parecer superfluo pero que puede ser toda una aventura. Y un beso para mi abuela, a la que quiero tanto.

sábado, 3 de marzo de 2012

Sentido de la realidad

¿Quién es el pecador? Uno cuida su dieta, no escrupulosamente, pero la cuida con cierta seriedad. En cambio, hay días en que te presentan fuentes llenas de comida, que se van vaciando y sustituyendo. Qué gozo, y qué pecado. Hoy ha sido uno de esos días, en una calurosa reunión familiar donde no ha estado ausente el cariño. Ha sido un día tranquilo, de mucho cansancio acumulado para muchos. A mí, la noche me ha acogido para adentrarme en un profundo sueño y tan solo he tenido que pelearme con las sombras cuando me he tenido que hacer la, poco ortodoxa, cama en la que vengo durmiendo. Son tiempos duros para todos, que incluso en días de infortunio dan paso a cierta sonrisa.

Hace tiempo que no os hablo de cine, y es que he visto pocas películas últimamente, más centrado en la lectura o la escritura. Me acuerdo ahora del peinado estiloso de mi prima y su descarado sentido del humor, de mi abuela, cansada y contemplativa, de mi tío o de mi madre, a la que debo tantas cosas. Uno, entre una cosa y otra, ve valora, se crea sus propios juicios de valor y sigue aprendiendo y creciendo en una edad que ya invita a tener cierto sentido de la realidad. Chao.

sábado, 25 de febrero de 2012

Relaciones humanas

A uno le anima que, a medida que pasa el tiempo, le vayan leyendo más personas en el rinconcito que es este blog. Gracias a todos. Entrando en harina, quisiera hoy hablar sobre las relaciones humanas. Llegada una edad, un estadio de la vida, se van desvaneciendo las franjas de edad entre amistades y amores. Entiende uno, o empieza a hacerlo, males menores y mayores de una forma realista. Sufrimimientos o enfermedades, propias o ajenas, se hacen familiares y uno aprende a dar apoyo y a buscarlo. Con alguien puede que tan solo te comuniques de forma esporádica, pero son contactos enriquecedores, siquiera sea un sms o un mail. Con otra persona vas ligando una íntima y cómplice amistad. En otras personas simplemente descubres que hay puntos de vista y perfiles muy interesantes en la vida que no habías conocido antes. El trabajo no pinta bien para todo el mundo, la salud es variable. La gente trata estos temas como tabús que mantienen en secreto o habla sobre ello. Parece que nuestro nuevo presi Marianico Rajoy se ha puesto serio, a ver si dura y a ver si acierta; de momento le están respaldando internacionalmente. Yo, al margen de esta primeriza capacidad que parece mostrar, le reconozco la pesadez, porque hay que ser pesado, de presentarse tres veces a las elecciones. Y eso es todo por esta semana, amigos y amigas, una semana en la que quiero invitar al optimismo, a veces tan resbaladizo, y a la búsqueda de la realización personal. Deberíamos intentar cumplir el ciclo de la vida de la manera más agradable que se nos pueda presentar.

sábado, 18 de febrero de 2012

Un detalle


Mi abuela solía cocinar patatas al horno con alioli (disculpen, no sé muy bien cómo se escribe) para mi abuelo y para mí en comidas especiales para tres. Es un plato barato, llena y teníamos una sensación de manjar que daba gusto. Ahora mi abuelo está ya muy desmejorado, mayor y debilucho. Pero por aquí anda hoy, precisamente. Y mi mail, hoy precisamente, va a lo pobre: sin internet en casa, he salido a un banco de la calle, con un solecito que da gusto, eso sí, y he encontrado señal.
Hace años, viví de cerca, sin mucha conciencia pero muy impactado, la enfermedad y pérdida de mi padre. Hoy, veo cómo mi abuelo va encogiéndose día a día. Se le ve en la cara, en las fuerzas, en el ánimo, en el habla y el pensamiento. Ya comenté algo sobre él en otra entrada. Y uno toma conciencia de la decrepitud y el inevitable final sin demasiado dramatismo, quizá porque ya es más maduro, está un poco más curtido, y porque no se trata de una persona joven con toda una vida por delante, sino de alguien que anuncia en su edad que el camino de la vida se va agotando. Parece que la enfermedad le ha vuelto más bonachón, aunque manda de vez en cuando. En fin, siempre he tenido más afinidad hacia mi abuela, a quien quiero mucho, pero hoy quería acorcarme de él.

sábado, 11 de febrero de 2012

Espuma y demás

Hoy me he puesto cocinero. Las patatas se han ido haciendo mientras me duchaba. El resto del primer plato, sencillo pero con cariño, estaba listo. Cómo no, en el almuerzo no ha faltado el vino. Ayer me puse a fregar con Mistol. Yo estaba acostumbrado a los dos tapones de fregasuelos, pero mi pasión desmedida por este nuevo procedimiento me ha llevado a llenar el cubo de espuma, vaciarlo dos veces y, aun así dejar el suelo chorreando con jabón, histérico porque era mejor no pisar sobre mojado y aplicarse de nuevo cuando la marea espumosa hubiera bajado. Finalmente, el jabón desapareció del suelo. Como guinda, o guindilla, que no sé yo, hace un par de días bajé rápidamente las escaleras como tantas veces y me dí un golpe contra el murillo elevado que siempre ha habido allí que todavía tiene la gentileza de dejarme un recuerdo cada vez que me miro la calva en el espejo. Estaba bien de peso, pero la báscula me ha hecho convertirme en un ser obsesivo-compulsivo esta mañana al pesarme, pesarme demasiado pesado... y me he subido, bajado, subido... hasta que la he enviado a freír puñetas y me he duchado. Lado amable: he visto un capítulo de los Soprano: ¿Ya era hora, no?

viernes, 3 de febrero de 2012

Aire de vacío

Parece que todos los fenómenos del invierno han venido a nosotros estos días: lluvia, frío, nieve, hielo... La imagen de ayer nevando fue bonita, quizá por novedosa, y quizá porque no llegó a alterarme los planes hasta el punto de cobrar un gesto serio. Escucho de fondo una guitarra flamenca mezclada con voces procedente de la tele, mi gran olvidada. Hablaba la semana pasada de los proyectos de lectura, hoy comento,mientras vuelve a sonar la guitarra española desde la tele, una lectura que estoy concluyendo y me está dejando muy buen sabor de boca. No estaba acostumbrado... me parece que una de las voces de la tele con su guitarrita es la de Fernando Trueba... Decía que no estaba acostumbrado, quizá no había tenido esa experiencia en mi vida, a leer novelas de suspense, y mira que hay un montón de películas de suspense maravillosas y que me han encantado. Pues, con cierto aire de vacío que deja la despedida próxima, estoy apurando A Pleno Sol, de Patricia Highsmith. Es una forma diferente de escribir a la que ofrece la narrativa más propiamente de autor, que a veces exige un esfuerzo extra por parte del lector para implicarse. Ella no, nos lleva en volandas por una aventura que no nos deja adivinar qué hará el protagonista, con el que nos permite pegarnos la vida padre con el peligro en la esquina. Entre palacios, playas, góndolas y la sangre del crimen.

sábado, 28 de enero de 2012

No lo sé

No sé por qué me quedó grabado en la mente durante años que el autor Juan Marsé no corrige lo que escribe, no cambia una palabra, no se echa para atrás; creo que haría falta mucho oficio para ello. Hoy dudo que sea verdad, seguramente corrija y corrija hasta que quede satisfecho.

En mi experiencia personal, siempre he corregido, pero aspectos puntuales. De un tiempo a esta parte he dejado de preocuparme tanto por crear volumen en la obra y hago y rehago hasta que me quedo a gusto después de tirarme de los pelos unas cuantas veces. La conclusión es que creo que favorece al resultado.

A lo largo de la historia ha habido autores que corregían hasta el extremo, como Flaubert, y otros que se centraron más en crear una ingente producción: creo recordar el ejemplo de Balzac. Ello me lleva a reflexionar también sobre la extensión de la obra literaria: he leído las grandes novelas de Tolstoi, Guerra y Paz y Ana Karenina, y me han encantado. Sin embargo, uno se da cuenta de que un texto, extenso pero no tanto, como Crimen y Castigo, de Dostoievsky, también le llena. Ahora me planteo qué libros ir eligiendo de entre los que conservo sin leer y a los que tengo ganas. Quizá el que más me apetece es Los Hermanos Karamazov, pero es tan largo que echa para atrás. Otra opción es El Hereje, de Delibes, de extensión aceptable, o Juegos de la Edad Tardía, el libro tan recomendado de Luis Landero, que quizá todo filólogo hispánico debiera leer. No lo sé.

sábado, 21 de enero de 2012

Alimentación

Tras una comida temprana y un paseo con el sol álgido, me pongo a escribir sin un horizonte claro en el tema a tratar. Se me ocurre hablaros de lo siguiente: mucha gente cree que la literatura minoritaria, en general el arte, es aburrida y carente de interés, incluso de valor. Tiene ante sí la zancadilla de la escasa comercialidad debido precisamente a esa falta de público. A mí me gustaría que todas estas obras fueran elevadas y a la vez accesibles. Sin embargo, no es así. Quizá sea porque se necesita un plus de educación para llegar a comprenderla, quizá sea que ciertos artistas pecan de pedantes o enrevesados. Sin ir más lejos, hace poco he visto la película Zodiac. Todo me pareció correcto: trama, profundidad, buenas interpretaciones. Cuando acabé de verla estaba convencido de que había visto una obra que lograba los objetivos del arte y del encuentro con el público. Sin embargo, al poco tiempo, me encontré con un comentario llamativo: "¿Parece una película un poco plana, no?" Plana, lineal. Yo creo que echaba de menos los golpes de efecto o la espectacularidad. De modo que así estoy, debatiéndome entre lo humano y lo divino mientras otros estarán despreocupados viendo series televisivas o cine comercial pero cocinando de maravilla, arte que personaje tan elevado como quien a ratos se pone pedante con vosotros, aquí al teclado, arte que uno domina de forma rutinaria y totalmente recriminable. ¿Es más importante la cocina que el arte? La verdad es que, consideraciones de que la cocina sea un arte o no aparte, yo creo que sí es más importante. Pero cada uno es como es y a mí me alimenta aquél mundo tan peligrosamente intelectualoide o tan maravillosamente sobrecogedor.

domingo, 15 de enero de 2012

Millenium

Un frío domingo por la mañana, cuando la conciencia va despertando y despide al sueño, uno se resiste a moverse de la cama donde tiene la seguridad de permanecer un poco más calentito que, ayyy, si se sacude de encima las sábanas. Una vez hecho, desayuna y espabila. A estas horas, un rato después de comer, se reúne con su blog para hablar de una película que ya os anuncié, aunque no creo que tenga problemas de publicidad. Se trata de la versión estadounidense de Millenium, primera parte. Lo cierto es que de las versiones autóctonas la que más me gusto fue, quizá, la primera entrega. Debo decir que ver la película americana con la anterior en la memoria hace que el film sea algo más previsible, pues hay coincidencias inevitables de argumento. Aun así, creo que esta versión es mejor, y los actores están muy bien. Sin embargo, sigo pensando lo mismo en cuanto al personaje de la Salander: Noomi Rapace lo bordaba en la versión precedente.

domingo, 8 de enero de 2012

Hablando de cine

El otro día vi, con mucho retraso, la película American History X, con Edward Norton. No me pareció una obra maestra, pero sí una película muy notable que nos hace ver ciertas realidades, suburbiales y no tanto, de cerca. El extremismo al que puede llegar un adolescente maleable. El coprotagonista de la película es Edward Furlong, que se hiciera famoso por encarnar al chaval de Terminator 2. Ahora, me quedan las ganas de ver Zodiac, una película del director de Seven y La Red Social con Robert Downey Jr., que promete ser buenísmima. Este mismo director estrena en breve en nuestro país la versión Hollywood de Millenium. Será difícil identificar como la haker gótica a una actriz distinta de Noomi Rapace, que a mi parecer lo bordó. Pero los implicados en la nueva versión prometen presentar batalla. Hoy la cosa ha ido de cine...

lunes, 2 de enero de 2012

Cercanía, apetito y tranquilidad

A falta del día de reyes, que por aquí no celebramos demasiado salvo por el hecho de tratarse de un día festivo, las navidades han estado llenas de cercanía y calor de los seres queridos. Hacía tiempo que no disfrutaba yo, de una manera tranquila, relajada y consciente de la grata compañía en estos días. Las cocineras han vuelto a superarse en su empeño, aunque bien es cierto que mi tío es un buen cocinero y debería haber más género masculino con protagonismo en estas fechas. No es que no haya cocineros en mi familia,los hay. Pero las mujeres copan el protagonismo. Yo, por mi lado, sigo teniendo como talón de aquiles la cocina y como debilidad el buen apetito. Además, estoy contento porque no es que haya engordado demasiado estos días. Y he disfrutado de una furtiva tarde de amistad y fotografías, la lectura completa de Madame Bovary, que me ha gustado aunque al principio me pesara un poco el libro, y, lo mejor, ahora estoy leyendo a Vargas Llosa, en versión ensayo. Mucho rendimiento a estos días de fiestas, que se despidieron ayer con los tradicionales mensajes de año nuevo y, un rato antes de irme a dormir, pasar olímpicamente del telediario para disfrutar, tranquilo y a oscuras, de la música que iba cayendo de la radio.