domingo, 14 de enero de 2018

La realización


Desayuno con mermelada de ciruela. Voy saliendo del adormecimiento mientras mi paladar se deleita y los sueños se funden con la vigilia. Utopías del pasado maduradas en una noche de descanso se convierten en proyectos palpables. Así, donde ayer temblaba la supervivencia del alimento, hoy se crea el espacio para que una persona haga crecer su nido. Ella duerme, yo me voy acabando la tostada y el café, y noto como la temblorosa inseguridad de antaño se convierte en pulso firme. El pulso de quien se atrevió a idear, a madurar planes contra viento y marea y, por fin, tras mucho bregar en solitario, impulsado tan sólo por la fuerza del convencimiento y el calor del amor, bajó del carro de su obligado individualismo y se atrevió a tender su mano al prójimo para confiarle la brújula hacia el mapa de la tierra firme. Y es así como salgo de casa, enlazo ideas, se crean diálogos constructivos, lazos del progreso y vuelvo a casa con prendas de abrigo, comida y satisfacción.

Ella me da un beso y me pregunta por qué no cocino. Mis proyectos en marcha en este patriarcado que, paso a paso, va dejando de serlo, ella se sienta en mi despacho, crea espacio entre tantos papeles y empieza a plasmar su propio proyecto. Poco a poco, me veo dando de comer a la criatura que el impulso de mi determinación logró hacer viable. He bajado del mundo de los proyectos ideados y realizados a la tierra firme de la vida cotidiana, y ahora es mi amor quien se columpia entre fantasías de ensoñaciones emprendedoras mientras se le encienden los ojos de ilusión. Un día algo se mueve junto a mí en la cama y noto que es ella, que se ha despertado temprano. Sigo durmiendo y no la veré hasta la tarde, cuando me dirá que, esa mañana, la mermelada de fresa le ha sabido a capricho divino, que su ensoñaciones por fin han cuadrado, y se me muestra henchida, radiante y realizada por haber podido plasmar, ella también, sus un día utópicos proyectos en una realidad concreta, que amplía nuestro nido, da más sentido a nuestro hogar y nos colma de felicidad.