sábado, 4 de agosto de 2012

Me sobrepasa

Irreconocible: aquí estoy, agotado por el calor y la natación ¡viva las medallas olímpicas de nuestra nadadora Mireia Belmonte! Aquí estoy, con la impresora arrinconada y el Ulises de Joyce tratando de retomar el vuelo: trato de encontrarle un rato todos los días, pero estos días el cansancio me sobrepasa.

Fui a ver un espectáculo flamenco al aire libre hace un suspiro y me encantó la mezcla de fusión con el jazz y el mantenimiento de las raíces. La bailaora estaba mayor, y solo se soltó en su última actuación. Los demás, una batería de instrumentos, batería incluída; los bailaores y la incipiente bailaora consorte estuvieron espléndidos, emocionantes, entregados.

Llevo leído, como decía, un trocito del Ulises y, si bien otras veces me venció la cuesta y lo dejé, ahora lo aguanto y me gusta, aunque, como pasa con los cantaores flamencos, nunca se entiende todo: quizá fuera esa la intención del autor. Tras la sobremesa, desde la cama con calor, se despide hasta la próxima el Dudu.

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