domingo, 30 de octubre de 2011

Entretenimiento y arte

Me he dado de bruces con una evidencia. acostumbrado a leer narrativa profunda y ver cine de autor, cosa que, confieso, cuando acierto me encanta, he descubierto que para desarrollar una narración que sintonice con el lector y no se limite a un intercambio de guiños entre artistas o artistas y culturetas como los que abundan en los cines V.O., para ello, hace falta que la narración tenga una historia, una estructura, que capte al lector, le proponga un viaje y haga que se identifique con el protagonista de la historia. Me lo dijeron hace unos años, comentándome que estaba escribiendo para narratólogos, pero que hay que escribir para el público y tener una historia. También me dijo que era una etapa clásica en la formación del escritor. Bueno, lo cierto es que mis historias han avanzado en ese sentido desde entonces, pero, ahora, leyendo El Viaje del Escritor, me encuentro con técnicas y estructuras actuales a la vez que ancestrales, que han influído mucho en la creación de grandes películas de Hollywood. Leo con entusiasmo, pero sin olvidar que el entretenimiento no debe quedar reñido con el arte.

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