jueves, 25 de octubre de 2012

Transparente intercambio

Qué será más importante, dejar la mente en blanco tan solo guiada por el flujo de la respiración que vaya produciendo un efecto de progresivo autocontrol, seguridad en uno mismo; o seguir la estela de Sócrates, que nunca escribió nada y en cambio era un gran conversador, creador de ideas inspiradas, reflejo de lo humano por réplica al interlocutor y, en fin, espontáneo. Yo veo su figura cercana a la de Shakespeare, que también nos acerca a la espontaneidad de las relaciones humanas, a la imprevisibilidad y la sorpresa. Ambos fueron grandes hitos en la Historia de la humanidad tan solo por su existencia.

Quizá plantearme el tener que elegir entre lo uno y lo otro sea que todavía no se ha profundizado lo necesario en el diálogo entre occidente y oriente. Y, en este mundo que se nos presenta tan globalizado e intercultural, quizá esté llegando el momento adecuado para tal diálogo. No en vano ya se ve cómo cala el tai chí o el yoga en ciertos perfiles, pero yo no me refiero a un debate quizá todavía un poco alternativo y friki, sino en un a un transparente intercambio y flujo de ideas que, a su vez, nos permita conocernos un poco más entre todos. Pasadlo bien hasta nuestro próximo encuentro en esta pantalla. Un abrazo cibernético.

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