jueves, 29 de agosto de 2013

Paréntesis

Vamos creciendo, cambiamos, nos volvemos más complejos y a la vez vemos algunas cosas más claramente. El camino de la vida se nos antoja lleno de momentos y matices: de felicidad, alegría, tristeza, ansiedad, miedo, valentía, angustia, euforia... El camino de la vida también se nos presenta muchas veces como un trayecto rutinario en el que tenemos que seguir leyendo las letras de la vida presentadas ante nuestros momentos de reflexión un rato por la tarde mientras vamos hacia el metro o por la mañana mientras miramos aburridos por la ventana. En esta España nuestra tan perdida, hace falta tener un espíritu valiente, soñar con proyectos y tratar de esbozarlos hasta que cobren forma. El deporte o la cocina son tópicos ejemplos para un montón de vidas que vemos todos los días por la calle, observándolas y creándonos una ligera opinión, y que conforman el entorno, la compañía más cercana o más lejana, de nuestros barrios, pueblos, ciudades, país. Miremos allende las fronteras de nuestra mente y nuestra geografía, y reivindiquemos lo genuino de nuestras raíces, de nuestras familias, de nuestras amistades, de nuestras parejas. Vivir y dar vida. Me despido de vosotros hasta dentro de tres semanas deseándoos una feliz vuelta a la rutina, semanas felices. Os buscaré fiel entonces en este blog que nació un verano como el que ahora acaba.

No hay comentarios:

Publicar un comentario