jueves, 19 de diciembre de 2013

Hombro

El hombro. Una mujer es atractiva por su peinado, por su mirada, por su gesto. Hay, no hace falta irse muy lejos para verlo, una tendencia en la mujer de hoy de dejar al descubierto un hombro, jugar con el jersey que lo rodea, permitiendo fantasear con el sujetador del cual vemos el nacimiento del tirante. Ella puede utilizarlo para atraer al hombre, descubrir nuestra mirada, jugar al rechazo, poner más leña al fuego. Podemos caminar tras ella y verla bajar unas escaleras con su particular estilo, y observar ese hombro desde la espalda, cuando sus gestos serán vulnerables a la ignorancia de nuestra mirada salvo que, mujer ella, mire en el reflejo del cristal que hay a su, pongamos, izquierda al bajar unas escaleras que serán rojizas. Luego se cubrirá con un abrigo, volverá a la plática del rostro con rostro y melena al viento, y escucharemos y mantendremos la guardia alta ante el femenino desafío, y luego, cuando nos hayamos despedido de ella, recordaremos que, a pesar de su sugerencia, tan solo hemos visto ese hombro vagamente.

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