domingo, 4 de diciembre de 2011

Va mejorando

La vejez ha sido tratada aquí en diferentes entradas. Pues bien, vuelve a asomar: un familiar cercano se acerca peligrosamente a los 90 años. A esa edad, su salud ya es frágil y puede coger una enfermedad por cualquier tontería. Contra la común suposición de que esos momentos que nos van anunciando la despedida, el final de la vida del prójimo, son tristes y nos llevan a la nostalgia, uno se sorprende de que aparecen momentos cómicos, como la crónica testarudez de quien está con el oxígeno a cuestas, su fidelidad a la fama de cascarrabias: "así hasta la tumba". La medicación también hace algo para que se aceleren y se vuelvan algo esperpénticos. Ellos, que antaño ordenaban y mandaban con toda la fuerza y la mala leche, van perdiendo la fuerza. A uno le queda desear que lo que les resta de vida lo pasen con el mínimo sufrimiento y disfrutando de sus personales mínimos placeres. Por cierto, va mejorando.

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