lunes, 3 de diciembre de 2018

El sol de su vida



Amaneció con lluvias torrenciales, algo que acompañaba bien su turbulento estado de ánimo tras el sueño nocturno. A medida que fue avanzando la mañana, el aguacero se apaciguó, convirtiéndose en una lluvia ligera. Coincidió con su salida a la calle, en busca de frutas y bebidas. Protegido por un paraguas, su pensamiento se iba descomprimiendo. Llegada la tarde, la lluvia desapareció, dando paso a un sol radiante. Horas aquellas en que nuestro hombre fue al encuentro del motivo de su tormento matinal, apaciguado a mediodía y convertido en el sol de su vida cuando, radiante, la besó y fue correspondido.

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