martes, 4 de abril de 2017

Ensoñación


David se mira al espejo. Al espejo se mira, se mira al espejo. Le gustan sus patillas y la larga melena que luce, y siente que la soledad no es lugar para tan bello efebo. De modo y manera que coge la chupa, el paquete de tabaco y las llaves de casa. Duda entre subirse al bus o bajarse al metro: no, no es una noche de viernes; es un miércoles por la tarde bien soleado. Finalmente, se sube al bus que lo llevará directo desde su humilde barrio a una zona céntrica y acomodada. Durante el trayecto, alguna mujer de las que a él se le antojan maduras le echa una mirada que otra. Tan bello efebo: inocencia y juventud prestas a ser iniciadas, pensará ella. A él le recorre el calor por el cuerpo, pero permanece con cara de póker: hay que aguantar el tipo para fundirse con sus ensoñaciones. Llega a la zona céntrica, y pasea. Pasea mirando aquí y allí nuestro adolescente. Se mesa el cabello, observa femeninas esencias de juvenil virtud. Tres melenas: una rubia, otra morena y, la última, pelirroja; sentadas en una terraza. Empieza a soñar, se le sube la libido y se planta como un clavo. Sentado en una mesa cercana, se enciende un cigarrillo y pide un café. Ellas ríen, él las mira de refilón. Sonrisa pícara ante mujercitas que no han roto un plato. Las siente suyas pasados unos minutos de acercamiento. Ya ha cruzado unas palabras y se atreve a abordarlas. Suelta su labia de imaginativo rebelde, las envuelve. Entonces, empieza a deshojar la margarita. Cuál de las tres gracias se llevará para sí. La pelirroja está ruborizada, descontrolada ante la atracción. Mía, se dice él…

…el cigarrillo ya está casi en la colilla y le quema la mano. Despierta de golpe de su ensoñación. Duda si seguir allí de pie como un clavo o empezar a moverse. Está aturdido. Poco a poco, va volviendo en sí, y las femeninas esencias de juvenil virtud ya no se atisban allá en la terraza. Piensa él que con glamour han pagado una costosa merienda y se han recogido en sus lujosas casas. Y emprende el camino de vuelta, con aroma a barrio caro y mujer perfumada.

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