jueves, 28 de noviembre de 2013

Lo que fue

La memoria rara vez nos traslada una imagen nítida del pasado. El recuerdo está distorsionado por la forma en que hemos fantaseado regodeándonos en él a lo largo del tiempo, con nostalgia, melancolía o haciendo de él el icono de nuestras raíces. A veces conservamos una imagen, un lugar, la expresión de una mirada que nos es inmortalizada por una fotografía. Y, sin embargo, sí que nos queda una huella emocional, una cierta poesía inconsciente de lo que fue la magia de nuestra vida. Aquella que ha contribuido a forjar nuestras emociones y nuestro carácter. Los seres queridos que se fueron, los amores pasados, viejas amistades, viejos tiempos, un trauma puntual. Todo ello ha ido conformando nuestras vidas y vale la pena detenerse de vez en cuando en un silencio interior para recorrer esa extraña forma de autoconciencia y dar riqueza a algo tan propio como es el ser de uno.

jueves, 21 de noviembre de 2013

La libertad de elegir

Desde que el mundo es mundo se han dado las más diversas formas de amor. La geisha enamorada del guerrero que acudía a visitarla a la vuelta de sus lances, esperando y esperando unas palabras de amor comprometido que se quedaban en regalos y carantoñas; la dama de la alta sociedad que vivía una pasión con su jardinero; nuestros españoles príncipes rompiendo la tradición de mezclar sangre azul con sangre azul. Y media España casposa que ha estado enamorada de la Princesa del Pueblo. El amor puede ser pasional y arrebatado, con un fuerte componente sexual; romántico, espiritual... Sobre todo ello tenemos buenas muestras en la literatura, desde El Banquete de Platón, pasando por El Arte de Amar de Ovidio o Las Amistades Peligrosas, de Laclos, hasta los consultorios de pareja actuales, los sexólogos o el flirteo por internet. Hay que ver que, bebiendo de la tradición pero avanzando con el progreso, las relaciones cambian con la época, y hoy no es extraño pensar, mirar, recibir la mirada de otro hombre o mujer soslayando la incógnita de la situación sentimental del otro. La vida se abre al amor, creo yo, en la libertad de elegir.

jueves, 14 de noviembre de 2013

Yu Hua

La semana pasada, casi por azar, descubrí que se celebraría un diálogo con un célebre, pero para mí y para muchos españoles desconocido, escritor chino: Yu Hua. Y allí que acudí. Tuve la ocasión de comprobar como, antes del acto, se le notaba un poco cansado. Pero luego no lo dejó traslucir.

Yu Hua empezó como dentista y, horrorizado de sacar tanto diente, se decantó por un oficio más relajado. Leyó entusiasmado al japonés Kawabata, quedó anonadado con Kafka y bebió la literatura de Dostoievski no sin darse cuenta de que, quizá, el hombre era un poco excesivo. Cuando se nos habla de un autor que, probablemente, sea el escritor chino desde la China que goza de mayor prestigio entre la crítica internacional y que vende millón y medio de ejemplares dentro de su país, tendemos a pensar en literatura elevada, solemne. Sin embargo, ¿qué es literatura elevada? He leído las primeras cincuenta páginas de Brothers, un novelón de Hua publicado en Seix Barral, y lo primero que hace es hablar de un adolescente que es pillado in fraganti espiando a las mujeres en las rendijas que separan las letrinas de los hombres y las mujeres. Y resulta cómico, desinhibido, moderno y con un lenguaje que no hace ascos a repetir hasta la saciedad la palabra "culo" para expresar las formas de la mujer.

Decir como curiosidad que, entre el humor y la ligereza que me pareció percibir en su intervención, habló de nuestro Quijote, "a pesar de ser un libro un poco pesado", más o menos. Así que, si a alguien le tienta escribir, ya sabe que no sólo puede hablar de las estrellas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Feliz literatura

Los amantes de la literatura estamos de enhorabuena. Y los que se quieran iniciar en su más excelsos secretos, también. Con motivo del treinta aniversario de la colección Letras Universales, la editorial Cátedra ha publicado, entre otros títulos, la Antología Catédra de Poesía de las Letras Universales. Ahí podemos recorrer una selección de textos de todo el arco histórico sin necesidad de entrar a invertir un excesivo tiempo en autores que todavía desconocemos: nos da una idea y a través de sus mejores obras. Así, nos vamos cruzando con Homero, la poesía erótica griega, Ovidio, los genios chinos, la poesía romántica francesa, John Donne, Keats, Emily Dickinson o, lo he descubierto con esta obra, Gottfried Benn. Si un autor o autora o anónimo nos parece demasiado árido o aburrido, siempre podemos pasar al siguiente y saber que, de este tocho de 1000 páginas que conseguimos por solo unos doce o trece euros, cualquier pequeña parte es una joya y ya de por sí vale la inversión. No hay ninguna obligación de recorrer todas sus páginas, solo curiosear en el índice y dejarse llevar. Feliz literatura.